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Dimensión ética y política

Descripción

Esta dimensión se traduce en la capacidad de entender la IC en tanto que modalidad de participación democrática en un mundo caracterizado por la diversidad de las lenguas y culturas. Esta dimensión implica que el formador se comprometa en la promoción del diálogo intercultural así como de la «justicia lingüística», con vistas a garantizar el reconocimiento efectivo de la igualdad del valor de todas las lenguas y culturas. La IC es, así, considerada a nivel macrosocial como un reto político y ético y, a nivel microsocial, como una oportunidad de educación plurilingüe e intercultural.

Comprometerse a respetar los derechos lingüísticos y culturales

Descriptores Explicación

situar su intervención educativa desde la perspectiva de una mayor justicia y equidad lingüísticas en la comunicación 

El formador en IC debe ser capaz de analizar las situaciones educativas para identificar posibles contextos de construcción de itinerarios lingüísticos y didácticos que permitan a todos los sujetos expresarse gracias a la diversificación de las lenguas que circulan, así como el acceso a la información y a la comunicación (Declaración Universal de Derechos Lingüísticos de la UNESCO, http://www.linguistic-declaration.org/versions/espanyol.pdf).

entender la pertinencia de la IC en lo referente al respeto de los derechos lingüísticos y culturales

El formador reconoce la IC en tanto que vía para garantizar la democracia lingüística en ciertos contextos de comunicación por medio de la aceptación y valorización de las lenguas/culturas en contacto.

actuar ética y responsablemente ante la diversidad lingüística y cultural en los intercambios plurilingües

El formador valoriza las biografías lingüísticas (que incluyen las variedades dialectales) de todos los participantes, aprendices y colegas de profesión.

Durante los intercambios, vela para que todas las lenguas tengan pleno derecho de ciudadanía, contribuye a facilitar la recepción de las lenguas menos difundidas y estimula una participación colectiva en la costrucción del sentido de la palabra del otro.

combatir los prejuicios y estereotipos acerca de las lenguas que obstaculizan el reconocimiento concreto de los derechos lingüísticos

El formador está dispuesto a comprometerse en combatir los prejuicios difundidos sobre el valor, la belleza, el rendimiento de las lenguas (ej.: la capacidad o no de ciertos idiomas para expresar conceptos abstractos, su riqueza lexical; las asociaciones de valor vinculadas a su sonoridad, al alfabeto utilizado...). Para llegar a ello, promueve el gusto por las lenguas incluyendo por ejemplo las manifestaciones culturales y estéticas a través de las cuales todas las lenguas pueden expresarse.

Comprometerse por una educación lingüística democrática

Descriptores Explicación

comprometerse en acciones de promoción de educación plurilingüe, destacando el papel del lenguaje y de la diferentes lenguas en la comunicación entre personas y grupos

El formador en IC defiende el plurilingüismo, ya que sabe que el lenguaje verbal es determinante en la relación con el mundo por parte de los grupos humanos, en la transmisión cultural y del conocimiento, en las situaciones de comunicación multimodal (oral, escrita y digital) entre personas y grupos con recorridos y biografías lingüísticas diferentes, así como en el acceso a las oportunidades de trabajo y de plena inserción social (http://www.unesco.org/new/fr/indigenous-peoples/cultural-and-linguistic-diversity/).

valorizar a las personas como mediadoras de sus lenguas-culturas

El formador centra el proceso de enseñanza/aprendizaje en los aprendices y les ayuda a ser conscientes del valor de su patrimonio lingüístico-cultural. Expresarse en lengua materna o en la lengua elegida se convierte de esta manera en una fuente de descubrimiento y aprendizaje para todos los participantes en una formación en IC. (cf. unesco.celebration-journee-internationale-langue-maternelle).

De esta manera, la comunicación en IC constituye un poderoso medio para superar los sentimientos de inseguiridad lingüística de los hablantes al legitimar su expresión sea cual sea la variedad lingüística que hayan escogido.

encajar la IC en el marco de una educación lingüística global e integrada

El formador puede inspirarse en el concepto de Educación Lingüística Democrática (cf. éducation_linguistique_Costanzogiscel.dieci-tesi-leducazione-linguistica-democratica) para introducir la IC en una educación lingüística donde las capacidades verbales están vinculadas a la socialización, la conceptualización y la expresión simbólica. La herencia lingüístico-cultural de la persona constituye el punto de partida para una apertura a la diversidad. 

Promover el diálogo intercultural 

Descriptores Explicación

reflexionar sobre las razones y finalidades de un trabajo intercultural en torno a la IC

Se trata de entender las finalidades educativas de la IC, no sólo en lo referente al ámbito de la enseñanza/aprendizaje de lenguas, sino también para la educación intercultural, la educación para la ciudadanía, la educación para la paz, siendo la IC una vía que permite trabajar en y a través de la complejidad contemporánea.

participar activamente en equipos multilingües, multiculturales y multidisciplinarios con vistas a la promoción del diálogo intercultural

El trabajo en equipos cada vez más diversos implica la capacidad de construir un consenso negociado en los contextos de diálogo intercultural. Este trabajo exige tender pasarelas entre las lenguas y las maneras de expresarse y comunicar de diferentes personas, es decir la capacidad de solventar eventuales malentendidos o conflictos, en las prácticas de ayuda mutua y de valorización de todo el mundo y de cada uno.

identificar unos ámbitos/temáticas que permitan activar reflexiones que soliciten a las identidades múltiples de los participantes en las situaciones de formación

Es posible tratar la IC desde múltiples ámbitos (lingüístico, social, cultural) y temáticas (inmigración; movilidad real y virtual; mayoría y minoría lingüística; lenguas y culturas dominantes; repertorio lingüístico; historia de las lenguas, etc.) lo que brinda a los actores educativos la posibilidad de elegir sus propios itinerarios y maneras de comunicar en las temáticas interdisciplinarias. El formador vela para que circule una concepción no esencialista de las identidades culturales.

trabajar en el cuestionamiento de  representaciones y estereotipos sobre las lenguas y culturas en la comunciación intercultural

El formador en IC tiene en cuenta el hecho de que las representaciones (imágenes y creencias) acerca de las lenguas, las culturas y sus valores, influyen en la motivación por el aprendizaje, la comunicación y la colaboración tanto a nivel individual como de las relaciones entre los grupos. Trabaja, por tanto, para hacer evolucionar de manera crítica estas representaciones hacia una mayor disposición ante la alteridad.

contribuir de manera ética y deontológica en la creación de contextos de comunicación acogedores, en la participación proactiva, favoreciendo un contexto de seguridad comunicativa 

Para garantizar el bienestar comunicativo, el formador vela por mantener un entorno de seguridad participativa. Lleva a cabo unas mediaciones entre los diferentes estilos de trabajo, que pueden obedecer a las características individuales, las diferentes culturas educativas y los retos institucionales de la formación en los contextos de cada uno.