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Laila

Texto

Para todas aquellas personas que viven separadas por muros.


Laila tiene 10 años. Vive en una casa muy grande con toda su familia. El abuelo, los padres, los tíos y su prima Hiba. Es una granja donde hay vacas, ovejas y gallinas. Cada mañana Laila ordeña las ovejas. Hiba da de comer a las gallinas.

Cada día, después de acabar la faena en la granja, van a la escuela. El camino es largo y se entretienen mirando las flores, los árboles y los pajaritos.

Un sábado, cuando regresaban de pacer el rebaño, vieron que les faltaba una oveja. Laila volvió atrás para ir a buscarla.

La oveja se había ido más allá de los campos, hasta una enorme pared. Laila nunca había visto una pared tan alta y tan larga. No se veía dónde estaba el final.

Laila quería saber por qué había una pared en mitad del campo. Su madre le explicó que siempre había estado allí y que era muy peligroso acercarse.

Los amigos de la escuela le decían que del otro lado de la pared vivían monstruos espantosos. Otros decían que había máquinas mortales.

El abuelo le explicó que cuando él era pequeño no había ninguna pared en medio de los campos y que las ovejas y las personas podían ir tranquilamente de un pueblo a otro. Pero un día las personas del otro lado construyeron la pared, y ahora no se podían ver.

Laila quería saber qué había del otro lado de la pared. Probó saltarla, pero era demasiado alta. Probó subir con una escalera, pero era demasiado corta. Al final quiso hacer un agujero, pero era demasiado dura.

A Laila no le gustaba nada aquella pared y decidió que la pintaría. Pero la pared era muy grande y ella sola no podía pintarla, así que les pidió a todos sus amigos que la ayudaran.

Aun así, Laila estaba triste. No le gustaba esa pared en medio del campo. "Ojalá fuera un pájaro", pensaba, "así podría volar sobre la pared".

El abuelo vio que Laila estaba triste, así que le hizo una cometa de colores y le enseñó a hacerla volar. Aquel verano Laila iba cada día hasta la pared a hacer volar la cometa. 

Hasta que una mañana...

Del otro lado de la pared vio volar una cometa de color rojo. El abuelo tenía razón, del otro lado no vivían monstruos ni máquinas. Ellos no harían unas cometas tan bonitas.

Cada vez más personas de ambos lados se encontraban junto a la pared para hacer volar las cometas. Pero no se veían las caras.

Una mañana, Laila descubrió que alguien había hecho un agujero en la pared. Aquel día, en vez de hacer volar cometas, todas las personas de un lado y otro empezaron a derribar la pared.

Desde aquel día, todos los años se celebran la caída de la pared con una fiesta de cometas.

Complementos

Puede ver el cuento original en catalán ilustrado en un PDF clicando en este enlace.

Referencias

Este cuento se expuso en Lyon del 2 al 4 de mayo de 2019 con motivo del Coloquio IC2019 organizado en el marco de Lectŭrĭo+, en colaboración con Lecture en balades.

Autores: Saida B.Zouhra, B.Fàtima Zohra, E. B.Habiba, D.Latifa, F.Fatoumata, J.Mariama, K.Maria, L.Alina, V.Anna Calle, Neus SelgaIl.

Ilustraciones: Neus Selga, Maquetació: Jaume Turón

Texto creado colectivamente por alumnos principientes de la escuela de adultos de Sant Celoni, situada en Sax Sala, Cataluña, durante el ciclo lectivo 2016-2017.

La escuela de adultos de Sant Celoni es un centro de formación y trabajo de Baix Mont Seny, para aprender a leer y escribir.

El cuento "Laila" fue inspirado por el proyecto "dépasse le noir", con una carrera por la franja de Gaza. Dos atletas de Sant Celoni, en marzo de 2017, corrieron alrededor del perímetro de la Franja de Gaza con el objetivo de promover el grupo de mujeres "Women wage peace" y la marcha de la esperanza. Esta marcha de 200 kilómetros cerca del muro, que reúne a mujeres judías, musulmanas y cristianas, quería presionar a los gobiernos para que firmaran un acuerdo de paz entre Israel y Palestina.

Traducción

Traducción del catalán y revisión hechas por Amel Mediouni y Mariana Frontini en marzo del 2021.